miércoles, 19 de noviembre de 2014

Salta inmersa en un escándalo por la construcción de un pabellón para presos

En pleno debate por la inseguridad, la provincia de Salta se vio inmersa en un escándalo luego de que se descubriera que un pabellón penal estaba siendo construido con ladrillos huecos, en una acción que contradice todos los requisitos de seguridad para el control de presos. Los obreros que trabajan en la obra atribuyeron la colocación de los endebles bloques a un incumplimiento de la contratista, Galli Construcciones. Sin embargo, la compañía deslindó responsabilidades en la elección del material. La titular de la empresa, Laura Galli, garantizó que trabajaron según lo que indicaban las especificaciones establecidas en los pliegos del concurso de precios 23/14. Y esto fue confirmado por el diario El Tribuno, que al revisar el pliego comprobó que en el artículo tercero se pidió a los oferentes que coticen la mampostería del nuevo pabellón penal con ladrillones cerámicos huecos de 18x18x30 centímetros. Lo que dice el pliego es inexplicable, si se tiene en cuenta que, para evitar posibles fugas, las edificaciones carcelarias son estructuras que cuentan con muros realizados con bloques de concreto, ladrillos macizos y mamposterías armadas con refuerzos de mallas aceradas. La cárcel de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán es la segunda en importancia en la provincia de Salta. Allí se construye un nuevo pabellón comunitario para 50 internos.

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